PRONUNCIAMIENTO VIII ENCUENTRO REGIONAL FORO CENTROAMERICA VULNERABLE ¡UNIDA POR LA VIDA!

 

VIII  Foro Centroamérica  Vulnerable,
¡Unida  por la Vida!

Ciudad de Guatemala,  13 y 14 de Julio 2017

 

Pronunciamiento

 

Nosotras y nosotros representantes de 12 redes y alianzas nacionales – centroamericanas de Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, con observadores de las hermanas republicas de Colombia y México hemos concluido el VIII Encuentro Regional “8 años unidos por la vida” realizado en Ciudad de Guatemala los días 13y 14 de Julio del 2017 al que concurrimos: mujeres y hombres de pueblos indígenas afrodescendientes y comunidades originarias pertenecientes al Foro Centroamérica Vulnerable, Unida por la Vida, para que desde nuestras distintas cosmovisiones analicemos la problemática ambiental de nuestra región.

Reconocemos que la madre Tierra es un ser viviente, por ende, sujeta a derechos y para ser consecuentes con ello, establecemos de forma consensuada y beligerante nuestras prioridades de acción a los distintos niveles:

En relación con el nivel mundial

  • Desde nuestra perspectiva consideramos que el Acuerdo de París es insuficientes para responder a la crisis climática global; no obstante, reconocemos que establece un proceso de diálogo que abre la posibilidad para solventar de forma consensuada los desafíos que el cambio climático impone a la humanidad, por lo tanto, instamos Nicaragua a reconsiderar su decisión de no respaldar este consenso.
  • Instamos a los países que aún no han ratificado el acuerdo, a poner en marcha los procedimientos internos requeridos para su ratificación, particularmente a las naciones industrializadas y economías emergentes; así mismo, los instamos a incrementar los niveles de ambición de sus contribuciones nacionales determinadas (NDC, por sus siglas en inglés).
  • Lamentamos el debilitamiento del consenso mundial logrado en el Acuerdo de Paris sobre Cambio Climático, provocado por la salida de los Estados Unidos de América, segundo emisor actual y mayor emisor histórico de gases de efecto invernadero. Consideramos que esta decisión debilita los propósitos y objetivos de la agenda global de desarrollo sostenible 2030.
  • Advertimos que, en regiones particularmente vulnerables como Centroamérica, los efectos del cambio climático son mayormente notorios, mientras, las naciones industrializadas se niegan recurrentemente a reconocer el derecho de nuestros países a demandar compensaciones por pérdidas y daños, por lo que, pedimos a nuestros gobiernos adoptar posiciones más beligerantes para que esto sea efectivo.
  • Instamos a la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, así como a las instancias oficiales, regionales y nacionales, adoptar y transitar hacia el enfoque de gestión de riesgos de desastres, como una estrategia básica para fortalecer la resiliencia.

En relación con el nivel regional

  • Pedimos a los estados y gobiernos de la región centroamericana a terminar con todas las formas de criminalización de la acción ciudadana y respetar nuestro derecho a cuidar, defender y preservar los recursos naturales y ecosistemas que aún existen en nuestros territorios.
  • Instamos a los gobiernos de la región a fortalecer la participación social ciudadana y establecer los mecanismos oficiales para garantizar el dialogo permanente y constructivo hacia el establecimiento de agendas nacionales 2030, fomentando la inclusión de las mujeres en los niveles operativos y de toma de decisiones.
  • Necesitamos que nuestros gobiernos reestablezcan los consensos regionales, poniendo como prioridad, los intereses de los sectores poblacionales más vulnerables y tomando en cuenta que los impactos del cambio climático se manifiestan de forma diferenciada, por lo que las acciones que contribuyan a su reducción deben responder a esas características.
  • Sugerimos homologar la gestión pública nacional y regional en términos de políticas, marco jurídico y programas para enfrentar con eficiencia los efectos adversos del cambio climático, retomando el conocimiento ancestral de los pueblos originarios como una base sólida para comprender las dinámicas naturales y en consecuencia trabajar en su menor impacto posible.
  • Llamamos la atención a las instancias nacionales y regionales atender adecuadamente la problemática asociada a los flujos migratorios intra y extra regionales, los cuales se ven acelerados por la crisis económica vinculadas a los fenómenos climáticos y las consecuencias que esto provoca en nuestras sociedades.
  • Consideramos que el corredor seco centroamericano sigue siendo un área de interés y prioridad, donde se continúan realizando acciones que aceleran la crisis climática, meteorológica e hídrica, por lo que urge revisar sus límites naturales, ordenar las distintas actividades que se realizan y establecerlo como una zona de prioridad estratégica para resiliencia.
  • Solicitamos a nuestros gobiernos establecer los mecanismos que permitan fortalecer la gestión pública para continuar promocionando las tecnologías y particularmente la producción de energías renovables a escala local y nacional, con enfoque de inclusión social, beneficiando a poblaciones de escasos recursos, principalmente en zonas aisladas fuera del interconectado.
  • Tomando consideración la realización de la próxima cumbre CELAC – UE invitamos a gobiernos y las organizaciones de sociedad civil a encontrar consenso político de cara a la definición de acciones viables y urgentes para fortalecer la acción climática, ambiental y la gestión de riesgos tanto a nivel regional, nacional y local.
  • Instamos al gobierno de Nicaragua a reconsiderar su posición con respecto a la no firma del acuerdo de Paris en aras de alcanzar consenso regional y aportar mayor fortaleza al cumplimiento de los acuerdos establecidos en la Convención Marco de Cambio Climático desde una visión centroamericana.

En relación con el nivel nacional

  • Demandamos la actualización y cumplimiento de los marcos jurídico-nacionales existentes, principalmente en los temas referidos a: clima, agua, seguridad y soberanía alimentaria, producción, ambiente, biodiversidad y gestión del riesgo, con los recursos asegurados para su implementación.
  • Proponemos la formulación e implementación de Planes Nacionales de Adaptación, los cuales deben armonizarse, como insumo básico para impulsar los procesos de adaptación regionales, con énfasis en el manejo conjunto de cuencas transfronterizas.
  • Reconocemos los avances de nuestros países en materia de preparación y respuesta ante desastres, por lo que sugerimos fortalecer los planes nacionales de gestión del riesgo que incluyan el fortalecimiento de los procesos de prevención y mitigación de desastres, asegurando los recursos necesarios para su implementación.
  • Sugerimos acelerar la masificación nacional de la producción agropecuaria bajo un enfoque agroecológico, ya que ha demostrado ser el camino viable para que nuestras comunidades garanticen su seguridad y soberanía alimentaria y un pilar fundamental para la resiliencia y economía de nuestro país, aun en condiciones climáticas adversas.
  • Exigimos la no introducción, experimentación y consumo alguno de semillas y paquetes de producción a base de transgénicos a nuestros países, lejos de ser la solución, pueden incrementar nuestro nivel de dependencia, pobreza y descapitalización de nuestra diversidad biológica. Al mismo tiempo, consideramos necesario sugerir que se limite el ingreso de paquetes de agro tóxicos.
  • Debemos acelerar e incrementar los esfuerzos públicos, privados y sociales para disminuir las tasas actuales de deforestación provocadas por el incremento de la frontera agrícola, actividades pecuarias, incendios forestales e impacto de desastres.
  • Recomendamos a las instancias gubernamentales limitar el establecimiento de nuevas áreas destinadas a monocultivos, actividades extractivas o agroindustriales, que imponen un elevado costo social y cuyo aporte económico al país no es consecuente con la destrucción del patrimonio ambiental de nuestras naciones.
  • Instamos a nuestros gobiernos a transformar la matriz de generación de energías transitando hacia energías sostenibles e inclusivas al 2030. Complementaremos este esfuerzo institucional contribuyendo desde el quehacer de nuestras organizaciones con el acceso a energía limpia y sostenible a poblaciones en situación de vulnerabilidad, con enfoque de derecho.

Respaldamos la declaración de las mujeres unidas por la vida, participantes del VIII encuentro regional del FCAV-UV, y se incluye como parte de los documentos anexos del pronunciamiento oficial.

Decidimos acompañar de forma permanente y beligerante la gestión de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, asegurando el cumpliendo de los marcos jurídicos existentes en nuestra región y nos comprometemos a continuar colaborando desde nuestras comunidades en la denuncia y defensoría organizada de nuestros territorios y bienes comunes.

Trabajaremos en el aseguramiento de un desarrollo comunitario y nacional sostenible, equitativo y en igualdad de condiciones para todos y todas, por lo cual priorizaremos el enfoque de derechos en nuestras acciones, teniendo como base lo establecido en la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, los cuales debemos evaluar de forma periódica y transparente, asegurando su implementación de forma gradual y sostenida.

Dado en la Ciudad de Guatemala a los 14 días del mes de Julio del 2017

 

 

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